Lo primero que llama la atención de Jamaica es su orografía: escarpada y casi siempre a salvo de huracanes, gracias a la altitud de sus montañas.
Lo segundo, es su peligrosidad. Todo el mundo está a salvo, siempre que no se visiten ni suburbios -los guías se negarán a llevarles-, poblados rastafaris o la misma capital, Kingston, donde, de momento, sólo se hacen excursiones experimentales hasta que se pruebe que es absolutamente segura.
Lo segundo, es su peligrosidad. Todo el mundo está a salvo, siempre que no se visiten ni suburbios -los guías se negarán a llevarles-, poblados rastafaris o la misma capital, Kingston, donde, de momento, sólo se hacen excursiones experimentales hasta que se pruebe que es absolutamente segura.
Lo tercero a destacar es que Jamaica es verde y azul. Hay árboles por todos lados y si hay carreteras es gracias a los hoteleros -muchos españoles- que las han asfaltado, que si no, aún serían de tierra. Es una de las razones por las que cualquier excursión a la isla nos llevará un día entero.
Hay muchas cosas que ver, pero por el asunto de la peligrosidad, conviene ir siempre con un guía de confianza. En los hoteles hay taxistas que alquilan sus vehículos y conocimientos por un día o varios a un precio razonable, aunque en esta antigua colonia británica, casi todo es caro. Así y todo, los españoles también estuvieron aquí, pero no debió gustarles tanto la isla como a los piratas.
Hoy Jamaica no tiene industria y la mayoría de la población está parada. Esquilmada la bauxita y la caña de azúcar, el ron, los mercadillos de artesanía y, sobre todo, el turismo, es lo poco que les queda sus habitantes para tener ingresos.
Hay muchas cosas que ver, pero por el asunto de la peligrosidad, conviene ir siempre con un guía de confianza. En los hoteles hay taxistas que alquilan sus vehículos y conocimientos por un día o varios a un precio razonable, aunque en esta antigua colonia británica, casi todo es caro. Así y todo, los españoles también estuvieron aquí, pero no debió gustarles tanto la isla como a los piratas.
Hoy Jamaica no tiene industria y la mayoría de la población está parada. Esquilmada la bauxita y la caña de azúcar, el ron, los mercadillos de artesanía y, sobre todo, el turismo, es lo poco que les queda sus habitantes para tener ingresos.
Hola:
ResponderEliminarLa verdad que yo en más de una ocasión he querido visitar Jamaica en vacaciones. Aqui hay mucha información al respecto.
Me ha gustado tu blog. Te invito a visitar el mío y puntuarlo.
Un saludo